Cada ráfaga de viento.

 

  




   

   Mañana se acaba el año y ahí seguimos con esa sensación de angustia que te sacude de pronto, ese "esto no se acabará nunca" que siempre sentimos cuando caemos en la casilla mala. Es verdad, no hemos solucionado todavía este problema de la pandemia, ni otros muchos... pero es que en la vida, como en una clase de matemáticas, siempre hay un montón de problemas que resolver. ¿Verdad? El truco está en entretenerte resolviéndolos. 

  Pero no todo son problemas y cálculos... también hay otras muchas cosas, mucho por sentir, vivir y aprender. Es verdad que el aprendizaje, incluso la vida, puede parecer repetitiva a veces, porque si te paras a pensar ¿qué es la VIDA, en sí,  sino una repetición de una secuencia con ligeras variaciones? Por eso mismo tenemos que aprender a disfrutar con la repetición: sí, sí,  con cada amanecer y cada anochecer, con cada tormenta y cada ráfaga de viento, con cada ¡hola! y con cada adiós. 

   Mañana nos toca repetir de nuevo el ritual del fin del año, -algo que nos hemos inventado para fragmentar eso que llamamos tiempo. Cada fin de año es una incógnita llena a la vez de inquietud y de ilusiones. Sólo sabemos que nos pasarán muchas cosas, y que a veces, de lo bueno nacerá algo malo, o de lo malo nacerá algo bueno, porque lo bueno y lo malo no son más que conceptos relativos basados en nuestras emociones de cada momento. Sólo sabemos que queremos seguir aquí y que ese 2 se convierta en un 3. 

   Dejáme que te diga una cosa, si tienes la mente bien abierta,  de todo lo que te pase este año, vas a poder aprender y seguir viviendo con un mayor conocimiento de ti mismo-a y de lo que es mejor para ti. Porque todos somos parecidos, pero también somos personas únicas. No te dejes influir por la publicidad, la gente que admires, la presión de la familia y sus expectativas sobre lo que tú deberías ser o hacer. Busca, dentro de tus opciones reales, lo que te "sienta" bien y te hace sentirte bien, en paz contigo mismo y con los demás, sin manipulaciones ni autoengaños,  y desde ahí, construye este nuevo año con tranquilidad y con alegría. 


¡HASTA PRONTO!